jueves, 31 de enero de 2008

La cárcel del cuerpo

Tengo antojo de una hamburguesa de Mc. Donald's, dormir por 12 horas seguidas, ver el maratón de bob esponja y que me hagan piojito durante 3 horas. Nada mal para un fin de semana o si? qué tal como estilo de vida?

Hoy me asusté de ver que tan esclavo soy de mis deseos carnales (no precisamente esos deseos que están pensando) estoy, para cada actividad soy presa de algún deseo vanal que remilgosamente he cargado desde tiempos inmemoriales. Dormir se ha convertido en una obsesión, comer una compulsión, ver tele una necesidad y aunque he mejorado en muchos aspectos, a veces no me dedico a ver en lo que mi cuerpo está acostumbrado a hacer y que mi mente no vislumbra por el poder de la rutina.

Qué tan esclavos somos de nuestros caprichos? cada cuánto hacemos esa pequeña cosita que no deseamos, pero nos da tanto placer? como comerse un litro de helado que se va directo al trasero y a las arterias mientras se mira la caja idiota, qué tantas cosas pasan desapercibidas por nuestra mente? cuantas cosas hacemos de manera enfermiza y repetitiva solo porque nuestro cuerpo no conoce los límites?

Creo que si nos ponemos a pensar detenidamente nos daremos cuenta que son muchas las actitudes que hacemos de manera compulsiva y desmedida. Nuestros cuerpos son más inteligentes que nosotros, en efecto, son un instrumento divino, se han perfeccionado por dosmil años y nosotros apenas llevamos unos cuantos años conociéndolos. Sin embargo, en la inteligencia del cuerpo, también entra la negligencia de la mente, que premia al cuerpo con placer a distintas cosas que no precisamnete nos hacen un bien (desde los dulces hasta las drogas) es ahí donde caemos en el ciclo sin fin.

Mi propuesta hoy es a hablar con sus cuerpos, qué les dicen? tal vez a unos les diga "no me niegues por hacer un poco más de grasa que los otros" a lo mejor otros dicen "ya no me des alcohol por favor" y no faltará el "que sea un cuerpo jóven no significa que aguante estos ritmos" Escuchémonos, no cabe duda que cualqueir padecimiento que tengamos es una alarma de neustro cuerpo, gritando por auxilio. Y no confundamos los deseos del cuerpo (inducidos por la mente) con el cuerpo en si, uno es la expresión de nuestra falta de voluntad mientras que el otro es la expresión máxima de la creación divina actuando en nosotros. El día que se de cuenta de eso, se acabó la autoestima baja (si, el problema es darse cuenta) y los problemas de caprichos corporales básicos.

Les deseo suerte en su búsqueda y feliz 2008 algo atrasado jeje

3 comentarios:

Ivanovich! dijo...

Muy cierto lo que dices... HOLAA MIGUEEEEL!! si! he leido todo lo que llevas de tu blog y que? acaso me he convertido en un migueblogmaniaco¡? no lo creo, solo me gusta leer cosas interesante, me despido, tu buen amigo ivan... o chicures, como kieras, es lo mismo

Ivanovich! dijo...

Muy cierto lo que dices... HOLAA MIGUEEEEL!! si! he leido todo lo que llevas de tu blog y que? acaso me he convertido en un migueblogmaniaco¡? no lo creo, solo me gusta leer cosas interesante, me despido, tu buen amigo ivan... o chicures, como kieras, es lo mismo

Anónimo dijo...

Queremos otro post.